Muchas personas creen que cierto nivel de dolor o lesión es simplemente parte de la vida. Aprendemos a vivir con ello, incluso cuando no deberíamos. Pero las lesiones en el trabajo no deben ser parte de tu rutina diaria, y pueden ocurrir en cualquier lugar.
Ya sea que operes maquinaria pesada, realices trabajo físico o trabajes en una oficina, todos los empleos tienen riesgos y posibles lesiones.
Estas lesiones deben tratarse, ya que pueden provocar dolor y sufrimiento de por vida. Nadie debería tener que vivir con eso, sin importar su situación económica.
Además, las lesiones laborales no siempre son obvias, y muchas personas no saben que podrían calificar para compensación laboral o por lesiones personales. Antes de revisar los diferentes tipos de lesiones, veamos primero cuándo una lesión se considera relacionada con el trabajo.
¿Qué se consideran lesiones en el trabajo?
Las reglas sobre lesiones laborales varían según el estado y el tipo de cobertura que tenga la empresa.
En Texas, las empresas privadas no están obligadas a ofrecer compensación laboral, por lo que pueden tener sus propias reglas sobre qué se considera una lesión laboral y cómo presentar una reclamación.
Sin embargo, cualquier lesión o enfermedad que ocurra mientras estás en el trabajo o realizando una tarea relacionada con tu empleo normalmente está cubierta por el seguro de tu empresa.
Existen excepciones.
Si la lesión o enfermedad ocurrió debido a:
- Intoxicación o consumo de drogas ilegales
- Juegos, bromas o mal uso del equipo de la empresa
- No seguir las normas de seguridad o no usar el equipo de protección
El seguro podría negar tu reclamación, y el costo de tu atención médica sería por tu cuenta.
Aun así, aunque el accidente haya sido tu culpa, siempre debes reportarlo y buscar atención médica.
Tu salud y bienestar son demasiado importantes para ignorar una lesión por miedo a que no esté cubierta por tu empleador.
Tipos de Lesiones en el Trabajo
Cuando la mayoría de las personas piensan en lesiones laborales, suelen imaginar trabajos peligrosos como la construcción o la tala de árboles.
Pero las lesiones y enfermedades pueden ocurrir en cualquier lugar. Sin importar qué tan leve parezca, cualquier cosa que cause o pueda causar dolor y malestar merece tratamiento.
Estos son algunos de los tipos más comunes de lesiones laborales que pueden presentarse en casi cualquier empleo.
Resbalones, Tropiezos y Caídas
Algunas personas son más propensas a los accidentes, y los pequeños resbalones quizá no parezcan motivo para visitar al doctor.
Pero los resbalones, tropiezos y caídas representan un verdadero peligro, especialmente cuando pueden prevenirse con un mejor mantenimiento del lugar de trabajo.
Los pisos mojados, alfombras o azulejos sueltos, objetos en el suelo y otros riesgos pueden causar caídas desafortunadas.
Algunas caídas provocan daños inmediatos y evidentes, como moretones, esguinces, fracturas o cortaduras.
Otras veces, el dolor puede no aparecer de inmediato. Incluso un resbalón leve puede causar pequeñas distensiones musculares que provocan molestias por días o semanas.
Si tuviste un resbalón o caída, aunque parezca menor, informa a tu empleador. Y si el dolor no desaparece después de una semana o empeora, actualiza el reporte y solicita atención médica.
Lesiones por Esfuerzo Repetitivo o Sobreesfuerzo
Con el tiempo, tu cuerpo puede reaccionar negativamente a los movimientos repetitivos que realizas a diario en tu trabajo. Por eso, incluso el trabajo de oficina puede causar lesiones en el trabajo que requieren tratamiento.
Las lesiones por esfuerzo repetitivo ocurren cuando repites los mismos movimientos o mantienes las mismas posturas constantemente.
Actividades como usar la computadora o acomodar mercancía pueden causar síndrome del túnel carpiano, tendinitis o bursitis.
El sobreesfuerzo sucede cuando exiges demasiado a tu cuerpo, ya sea de golpe (como levantar algo muy pesado) o de forma repetida (cargar objetos constantemente). El exceso de esfuerzo debilita los músculos, los hace propensos a desgarros y provoca dolor, inflamación y debilidad.
Este tipo de lesiones puede ser difícil de reportar porque aparecen gradualmente. Pero en cuanto notes dolor o molestia, informa a tu empleador o proveedor de salud.
Cortes, Heridas y Golpes por Objetos o Maquinaria
Cada vez que trabajas con maquinaria, herramientas o equipo con piezas móviles o bordes filosos, existe riesgo de lesión.
Desde trabajadores de construcción, fábricas o agricultura, hasta personal de cocina, todos pueden exponerse a cortes, heridas o golpes causados por herramientas o maquinaria.
Estas lesiones pueden ir de leves a graves, pero siempre debes informar a tu supervisor, incluso si parecen menores.
Podría tratarse de un problema de seguridad que necesita corregirse, o la herida podría infectarse o tardar en sanar sin tratamiento adecuado.
Accidentes con Vehículos en Movimiento
Sabemos que los accidentes automovilísticos ocurren todos los días, y si conduces como parte de tu trabajo, ese riesgo es real.
Cualquier accidente que ocurra mientras realizas tareas laborales, ya sea en un vehículo de la empresa o en el tuyo, podría estar cubierto por compensación laboral o por una reclamación de lesiones personales.
Los accidentes no solo ocurren en autos: también pueden suceder en tractores, montacargas, bicicletas y otros vehículos.
Puedes lesionarte al caer, ser golpeado o atropellado, o por fallas en el equipo.
Exposición a Ambientes o Sustancias Dañinas
En algunos trabajos, es imposible evitar ciertos entornos o sustancias peligrosas.
Podrías estar expuesto a:
- Ruidos fuertes
- Electricidad
- Fuego, explosivos o materiales inflamables
- Químicos dañinos
- Temperaturas extremas (calor o frío)
- Personas o animales peligrosos
- Enfermedades contagiosas (incluido COVID-19)
- Estrés intenso o situaciones traumáticas
Aunque estas situaciones a veces no se pueden evitar, tu lugar de trabajo debe contar con medidas de seguridad adecuadas para prevenir lesiones, enfermedades o traumas.
Sin importar el tipo de lesión o exposición, debes reportarlo a tu supervisor. Algunos casos, como enfermedades infecciosas o trastornos relacionados con el estrés, pueden ser difíciles de demostrar, pero aun así es importante informar y seguir el proceso para presentar una reclamación si corresponde.
No Ignores las Lesiones en el Trabajo
Sin importar qué tipo de dolor o enfermedad estés experimentando, no recibir la atención adecuada puede provocar sufrimiento prolongado, más tiempo fuera del trabajo e incluso consecuencias permanentes.
Entendemos que el dinero puede ser un obstáculo para buscar atención médica, pero no deberías tener que pagar de tu bolsillo si tu dolor ocurrió en el trabajo.
Mereces recibir atención médica, y visitar una clínica especializada en lesiones personales y compensación laboral te ayudará a obtener toda la asistencia necesaria. En nuestra clínica no solo tratamos el dolor, también te ayudamos con el papeleo, aseguramos que tengas la documentación correcta y, si es necesario, te referimos con abogados especializados.
Aunque podrías mejorar por tu cuenta, siempre es mejor prevenir. Cuanto antes reportes la lesión y busques tratamiento, más rápido podrás volver a tu vida normal.
Si ha tenido un accidente laboral o ha sufrido lesiones en el trabajo, ¡llámenos hoy mismo! Podemos ayudarle con su dolor y su caso.